Hace algunos años cuando el cine porno de Buena Park existía, lo visité por primera vez, sin saber a ciencia cierta lo que me iba a encontrar...
En la oscuridad de la sala de proyección casi no nos veíamos, éramos sólo siluetas pero pude sentir que un hombre me miraba, nadie hablaba y su mirada era penetrante.
Yo sólo atiné a mezclarme entre los demás, me acerqué a donde él estaba recargado en la pared del fondo y entonces ocurrió lo falsamente inesperado pero muy, pero muy deseado... sí, entre todos esos desconocidos.
Todavía me acuerdo de su aliento en mi nuca. El tipo sabía bien donde pararse, estaba bien cerca de mí y su olor de hombre indundó mis sentidos y entorpeció la actividad de la zona de vergüenza de mi cerebro.
El ritmo de su respiración me indicó que él también lo deseaba...
Sentí sus manos, me tomó por las caderas y colocó su miembro entre mis nalgas, ¡uff! yo no podía creer lo que estaba pasando... no dije nada, acepté sus caricias con gusto.
Sus movimientos se hicieron más descarados, sus manos se metieron dentro de mis shorts, acarició mis nalgas sin ningún pudor y puso su miembro entre ellas, sin lubricante, no pudo penetrarme pero creo que no era esa su intención, sólo hizo los movimientos y después de unos minutos en los que me volvió loco de placer, eyaculó dejando su semen embarrado en mis nalgas y en la entrada de mi anillo.
Consiguió lo que quería, se fue y no lo he vuelto a ver.
Me pasé mucho tiempo buscando un lugar así... Desde entonces lo visité unas dos veces por semana hasta que lo cerraron para siempre, de hecho lo demolieron y hoy es un lote donde venden autos nuevos...
